El pan como emoción
Pasión
La pasión de una familia
Nuestra historia se remonta años atrás, a 1947, y es la historia de un sueño: el de Arturo Benini, quien, al acabar la guerra, decide contribuir a la reconstrucción del país abriendo en Verona un taller mecánico artesanal en el que fabricar máquinas de uso alimentario.
Son los años del «boom» económico: Arturo amplía su negocio y equipa los numerosos talleres donde se hornea el pan, base de la dieta de la mayoría de los italianos por entonces. Así, en 1965 decide producir los primeros hornos con tecnología Perkins, para luego adquirir la patente del horno de tubos de vapor: cinco operarios curvaban a mano los aros, que luego se llenaban de agua y soldaban.
descubrirás cómo el taller se ha convertido en una empresa internacional
«La pasión de una familia»
Alegría
La alegría de nuestros clientes
Lo primero en lo que pensamos cuando diseñamos un horno no es en el horno en sí. Ni en el pan que se horneará en su interior. Es en la sonrisa del panadero que lo utilizará. Esa sonrisa especial que nuestros clientes siempre nos han reservado, ese brillo en la mirada que nos regalan los panaderos cuando los visitamos.
Con muchos de ellos hemos compartido la aventura de convertirnos en emprendedores. En la posguerra, instalar un horno era todo un acontecimiento: el panadero nos invitaba a comer con su familia y, a menudo, nos quedábamos a dormir en lo que sería el obrador. Gracias a ese horno el panadero alcanzaba la tranquilidad económica para que sus hijos pudieran estudiar.
«La alegría de nuestros clientes»
Para hornear el pan del futuro, se necesita todo el calor de la experiencia.
Orgullo
El orgullo de una vocación
Solo quien ha escrito la historia de la panificación en Italia y en Europa dispone de las herramientas y los conocimientos necesarios para ofrecer un asesoramiento integral a panaderos y pasteleros, encontrando soluciones ideales que respondan a sus necesidades.
Porque el conocimiento que hemos adquirido nos han sido transmitido al compartir días enteros con él en el obrador, para luego regresar a la empresa y transformar esa información en innovaciones.
descubrirás por qué creemos que la panificación debe seguir siendo un arte
«El orgullo de una vocación»